Revelaciones tres meses antes de morir


Sí moría o recibía protección en otro país, Jorge Enrique Pizano autorizó revelar una entrevista confidencial que concedió el 9 de agosto de 2018, donde dió varios detalles del caso Odebrecht, conocidos de primera mano por él. 

Pizano murió el pasado jueves 8 de noviembre. Su hijo menor, el arquitecto Alejandro Pizano, vivía en Barcelona, España, y al llegar a Colombia al funeral de su padre, también murió. Presuntamente por ingesta de cianuro, al parecer, al tomar del agua saborizada que estaba en el escritorio de su padre. Además, la fiscal que investigaba el caso Odebrecht en el país, Amparo Cerón Ojeda, se fue de vacaciones a Chile, allá sufrió un trágico accidente de tránsito el pasado viernes 12 de octubre. Está en grave estado de salud.

Pizano tenía cáncer pero murió de un infarto, según las primeras versiones. Oficialmente se conoce que todas éstas muertes han sido por causas NO provocadas. Sin embargo, para algunos -sin intención de individualizar responsabilidades- surgen dudas razonables, como: ¿Será verdad que murió de un infarto? ¿Lo de la fiscal fue en realidad un accidente? ¿Envenenaron al hijo de Pizano? 

Antes de esa entrevista, anticipándose "por si moría", en julio a través de un chat personal de WhatsAppl le confesó a la periodista Darcy Quinn que iba a solicitar un esquema de seguridad (escoltas) ante la Unidad Nacional de Protección (UNP). No dijo directamente que lo habían amenazado, pero sabía que estaría en peligro por su trabajo como Controller para el contrato de la Ruta del Sol II, designado por el Grupo Aval, el conglomerado empresarial más grande de Colombia.

El testigo clave reveló que había alertado de los sobornos de la multinacional brasileña ante todos los entes de control, desde el año 2012, y entregó un material que le dió relevancia a su testimonio: la grabación que él le hizo a un amigo suyo. Pero no es cualquier amigo. Se trata de nada más y nada menos que Néstor Humberto Martínez, quien en 2015 era el abogado de Corficolombiana (filial del Grupo Aval) y hoy es el Fiscal General de la Nación.

Para resumir, lo medular del contenido de audio es que le contó todos los datos de los supuestos sobornos de la representante de Odebrecht en Colombia. Es decir, el jefe de la Fiscalía antes de dirigir el ente investigador sabía detalles de uno de los casos en los cuales debia trabajar.

Martínez Neira ha hecho un trabajo "bueno" en rasgos generales. Pero ahora hay dudas sobre su ecuanimidad a la hora de dirigir la entidad que investiga el caso más escandaloso de corrupción del continente en los últimos años.

Las interrogantes se alimentan por múltiples inquietudes, pese a que se tenga una buena imagen de Martínez. ¿Por qué si desde hace años los entes competentes sabían de las alertas del caso Odebrecht no se avanzó antes? ¿Debía el ahora Fiscal renunciar por haber recibido la información de parte de Pizano, al ser la entidad a su cargo la responsable de investigar el caso de las coimas? ¿Ha influido desde su cargo para defender a las firmas empresariales para las que antes trabajó? Fuertes preguntas. No obstante, también vale decir que el fiscal recibió la información de parte de un amigo, no un denunciante. Así lo demuestra la grabación. A ello se suma que era abogado de una de las partes y no ostentaba el cargo que ahora ocupa. Por ser el asesor jurídico de uno de los involucrados no tendría obligación, al menos de denunciar. 

Un escabroso caso.

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