Situación socioeconómica binacional y apoyo al delito en Venezuela desestabilizarían a Colombia


La precaria situación socioeconómica de Venezuela representa un gran desafío para el Gobierno de Colombia, que más allá de atender temas humanitarios, como corresponde, debe entender que es un problema estructural que pone en jaque la estabilidad de la nación.

El exiliado periodista Tulio Hernández considera que hay cinco puntos fundamentales que el Ejecutivo debe comprender, para actuar en consecuencia e impedir que el catastrófico panorama vecino haga tambalear aspectos de la vida cotidiana.

El comunicador del perseguido diario El Nacional es enfático al afirmar que "actualmente Venezuela es una amenaza para el futuro de Colombia", si el régimen de Nicolás Maduro se mantiene en el poder.

Al iniciar la síntesis del problema, explicó que "el primer terreno a enfrentar es el de los ilícitos, siempre hubo contrabando, pero ahora lo controla el Ejército junto a la guerrilla del Eln".

La disminución del intercambio comercial es otro aspecto negativo. En el año 2008 las transacciones económicas de Colombia hacia Venezuela alcanzaron los 6 mil millones de dólares, en el año 2014 la cifra bajó a 2 mil millones, mientras que al cierre de 2017 solo se alcanzaron 320 millones de dólares en exportación.

El tercer punto, de seguridad, no es de menos importancia. La incursión de la guerrilla del Eln, hasta en la frontera con Guyana, y la actuación de disidentes de las Farc desde Venezuela, dificulta el combate a estos grupos armados ilegales.

Otra de los efectos del sistema "socialista" es lo complicado de disminuir el ilícito negocio de la droga, motivado a que "la lucha contra el narcotráfico se hace cada vez más difícil porque Venezuela es el patio por donde atraviesa la cocaína, exportada desde los aeropuertos manejados por el Estado que controlan los militares, quienes son los capos".

Las periódicas amenazas de guerra de la Revolución, aunque Hernández le resta importancia por no tener capacidad operativa para enfrentarse a ninguna fuerza castrense extranjera, también hay que tenerlas en cuenta para que no terminen convirtiéndose en una bomba de tiempo.

Frente al complejo escenario el comunicador sugiere como indispensable que el problema, de forma global, sea tratado como un tema de Estado. 

Hernández alertó sobre la importancia del poner atención al contexto binacional porque está claro que los funcionarios del régimen "no son demócratas, tienen un problema patológico psiquiátrico-delictivo, dispuestos a no entregar el poder jamás, ni en las peores condiciones, son capaces hasta de suicidarse antes de entregar el poder". 

El análisis del avezado periodista se llevó a cabo en el auditorio Alfonso Quintana de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, en medio de un debate sobre los retos para la cobertura periodística de la migración venezolana.

En el acto, realizado el miércoles 05 de diciembre también estuvo presente la directora del portal informativo Efecto Cocuyo, Luz Mely Reyes; la editora de la Unidad de Datos del diario El Tiempo, Ginna Morelo; y Estefaní Colmenares, subdirectora del diario La Opinión de Cúcuta; en foro conducido por el director editorial de la revista Semana, Rodrigo Pardo.

La Ética periodística también fue tema de reflexión por parte del maestro Javier Darío Restrepo, entrevistado por Yolanda Ruiz, directora de RCN Noticias, y Diana Saray Giraldo, directora del diario Vanguardia Liberal de Bucaramanga. 

Fotos: @etica @fnpi

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