Darío Arizmendi: "El periodismo es uno, el de las buenas prácticas"

Miguel Cardoza Cadenas

Periodista Darío Arizmendi. Foto: Semana


"Un feliz amanecer para los oyentes de Caracol en Colombia y en el mundo". Esa popular e icónica frase es conocida por millones en Colombia y otros países por cuenta de Darío Arizmendi. Así, a secas, como se le conoce al reconocido periodista antioqueño de 74 años que durante varias décadas marcó la agenda informativa del país desde el programa 6AM de Caracol Radio, aunque estaba desde antes de esa hora en el estudio. 

Al aire y aún, más ahora retirado de los micrófonos, es directo al opinar. Desde el punto de vista económico coincide con el sistema, pero en lo social exige más liberalismo. Eso sí, desde cualquier ángulo un defensor de la institucionalidad.

En el espacio 'Última Palabra' con Paulo Laserna, Arizmendi rompió el silencio, después de su salida de Caracol Radio el 5 de julio de 2019. Al ganar uno de los más destacados premios de periodismo, Ortega y Gasset, decidió retirarse. Es como si hubiese llegado a la cima profesional y optó por dedicarse a su familia, aunque sigue como asesor en la cadena perteneciente al Grupo Prisa, según lo que se informó al momento de su salida que dio paso a Gustavo Gómez para liderar el programa, el cual dirigió desde el año 1991.

Paulo Laserna en entrevista con Darío Arizmendi publicada el lunes 08 de marzo de 2021 en el canal de Youtube'Última Palabra' 

En 1 de agosto de 2020, en plena pandemia, recibió un golpe emocional. El periódico El Mundo, que fundó el 20 de abril del año 1979 en Medellín, tuvo que cerrar por la situación económica.
Pese a tener claro la difícil coyuntura de los medios y analizar el panorama con "gran preocupación y profunda tristeza", apela a la creatividad y a un periodismo de calidad como única alternativa para sobrevivir, porque muchos en lugar de caer han logrado repotenciarse.

"Todo lo que esté al servicio de la sociedad en el buen sentido de la palabra no lo podemos ignorar (...) ¿Hay salvación? Sí. ¿Depende de la plata? También". El último aspecto es el gran desafío, ante la masificación de la oportunidad de comunicar, las pautas publicitarias se dispersan y los medios que buscan hacer periodismo de calidad se les dificulta el sostenimiento.

Lo económico y los medios.

Frente al planteamiento de Arizmendi, ya el Ministerio de las Tecnologías de Información y Comunicación (MinTic) anunció un plan de auxilio para los medios que apuesten a la transformación digital por 85 mil millones de pesos, sin que ello implique condicionamiento oficial a los contenidos periodísticos.

Los proyectos tendrán que ejecutarse en el año 2021, es decir, si hay voluntad de los 2.200 medios que son posibles beneficiarios, este mismo año se pudiera observar ese cambio. El financiamiento se hará con énfasis en ayudar a los situados en las regiones, donde el golpe de la pandemia es más invisibilizado.

En este sentido, aunque no se habló de los aportes gubernamentales, Arizmendi elogió que ya los medios no pertenecen a una familia sino a grupos económicos, "que tienen interés en mantener la democracia, la libertad, un régimen de propiedad privada. Es importante que haya concurrencia de medios, pero que también tengan claro lo que es la sociedad". Sin embargo, aseveró que al periodismo colombiano aún le falta más profundidad, en comparación con el de Estados Unidos o Europa.

El odio en las redes sociales.

Más allá del caos social, considera evidente que el escenario colectivo es aprovechados por quienes manejan las redes  sociales, porque "aumentan su expansión, para su provecho, con los insumos que ya tiene la sociedad, noticias falsas, calumnias, para desacreditar personajes, etc".

El terreno es movedizo por eso el afianzamiento ético debe ser el pilar y advierte que "estamos llegando al agravio personal, a la injuria, a la calumnia", cuyo antídoto debe ser "estar al servicio de los mejores valores", porque de lo contrario "eso puede llevar a unos enfrentamientos del viejo estilo cuando la violencia política se apoderó de Colombia y cuántas víctimas no causó. Eso no es sano".

El periodismo es uno solo.

Como defensor del oficio dejó claro que aún en complejidades no se puede estar supeditado a ellas. "Periodismo no puede haber sino uno, el de las buenas prácticas, el que da contexto, el que enriquece, que presenta todos los puntos de vista de una noticia, reconoce la valía en el contendor así no comparta las ideas".
Foto: Diario AS


Sobre la política.

Paulo Laserna no perdió la oportunidad y le consultó por su posición editorial cuando el expresidente Ernesto Samper era investigado por el financiamiento del narcotráfico a su campaña.

"En ese momento sería deshonesto decir que no se afectó la credibilidad mía y la de Caracol, pero ese rumbo lo empezamos a corregir. Yo critiqué a Samper y a su gobierno, porque lo que estábamos salvando no era a él, era a la institucionalidad. Pero eso fue una era que ya acabó y lamento que él haya seguido interviniendo en la política colombiana". 

En época más reciente, con el expresidente Juan Manuel Santos, negó una imagen errada que muchos tenían de él. "Yo fui muy crítico, lo que pasa es que yo defendía el acuerdo de paz, entonces la gente decía que yo era santista. No. Yo era amigo de la paz, a pesar de las imperfecciones y de los problemas que aún tiene. Porque nos íbamos a ahorrar miles de víctimas".

Incluso hizo una revelación de una conversación que tuvo con el hoy premio Nobel. "Le pregunté por qué había convocado el plebiscito y me dijo: "porque me había comprometido". Pero creo que lo engañaron las encuestas y los asesores cercanos nunca le dijeron la realidad de lo que estaba pensando el país, que podía perder, como ocurrió".

Al hablar del pacto de La Habana lo hace con pasión e incluso confesó que esa vehemencia lo ha hecho retirar del micrófono. "Me expuse demasiado y me costó mucho en la tranquilidad personal y familiar".

Captura de video de entrevista en el canal de Youtube 'Última Palabra' de Paulo Laserna.

Y frente al tema de las figuras del pasado que mandan en el presente ahondó en otros nombres. "Creo que el número de expresidente como activistas y en ejercicio es totalmente dañino. Creo que en ningún otro país del mundo los exmandatarios tienen tanto poder y se eternizan a través de otras personas como en la Casa de Nariño. Eso no es sano".

Entre tanto, Darío Arizmendi sigue trabajando para Caracol pero con responsabilidades distintas a las conocidas. Continua siendo la recordada figura emblema de las mañanas con muchos a favor y otros en contra, como parte de lo que se enfrenta una persona expuesta públicamente durante toda su vida. Sin duda es una referencia para la historia periodística colombiana.

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