El joven amante de los animales asesinado por unos pumé: Su cuerpo no aparece

Miguel Cardoza Cadenas

MCC Noticias

Claudio Ramón Calzadilla Maleras era un joven de solo 31 años de edad. Amante de los animales y con características típicas de una persona noble y dedicada al trabajo rural, lo cual era su pasión.

Por herencia de su padre era propietario de una finca llamada La Fortaleza, ubicada cerca al sector Paso Las Campanas, en la amplia zona del Capanaparo, jurisdicción de la parroquia Guachara, municipio Achaguas del estado Apure.

A Claudio lo asesinaron el martes 14 de abril de 2020. La tragedia comenzó cuando le informaron que le habían robado varios de sus caballos y le señalaron a los que serían los responsables: un grupo de indígenas de la comunidad Vuelta Mala, quienes ya en ocasiones anteriores han sido mencionados por sus actuaciones violentas.

Un familiar contó en exclusiva que la víctima salió ese martes en la mañana con dos de los trabajadores del predio, pero al llegar al lugar donde tenían a los animales fue emboscado por los aborígenes. Sus acompañantes pudieron escapar, pero a él lo rodearon. Con flechas lo atacaron hasta hacerlo caer del caballo donde andaba. Después no se supo más nada.

Familiares y amigos iniciaron la incesante búsqueda y aún no encuentran su cuerpo completo. Dos días después del ataque, el jueves 16 de abril, solo hallaron su pierna izquierda en el río y la identificaron por una cicatriz que tenía en la rodilla. No lo podían creer, aquel muchacho del que solo había buenas referencias lo descuartizaron y -de acuerdo a las evidencias a orillas del afluente- lo lanzaron al caudal. "Se ve donde lo lanzaron y rodó".

El dantesco hallazgo sirvió para que al menos esa parte de su cuerpo la pudieran llorar y sepultar en el fundo, luego que funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) se las entregara. 

"Él era un muchacho trabajador, honrado, hospitalario, ayudaba al que más necesitaba y si no podía se lamentaba por no poder ayudar. Era un hombre tan noble. Se desvivía por los animales, los criaba, los cuidaba con una dedicación única, amaba a su familia y nosotros a él. Era divertido, gritón, alborotado, muy cariñoso, odiaba las injusticias y amaba al llano como nadie", comenta con nostalgia la fuente.

Sólo piden justicia...

Sus familiares sólo quieren que se haga justicia. Señalan directamente a integrantes de la comunidad indígena pumé de Vuelta Mala. Aseguran que todos los elementos apuntan a ellos.

"Hemos tenido apoyo de la Guardia Nacional y el Cicpc, están haciendo sus respectivas averiguaciones, junto con la Fiscalía y Defensoría del Pueblo. Lo que pedimos es que sigan con el caso hasta las últimas consecuencias, que encuentren los asesinos y ya paren esas atrocidades en los llanos. No son todos los indígenas que son malos, pero sí hay un grupo que son terribles", expresó una prima de Claudio.

Productores amenazados...

En la zona el 80% de los productores se vieron obligados a abandonar sus tierras y propiedades por amenazas y sucesos como el más reciente. El homicidio de Claudio no es el primer caso en la zona del Capanaparo que incluye parte de los municipios Achaguas, Pedro Camejo y Rómulo Gallegos.

Una niña de 2 años fue abusada sexualmente y descuartizada en Elorza, también fueron asesinados tres trabajadores del hato Tierra Grata. 

Sumado a las citadas atrocidades invadieron el hato Santa Bárbara y acabaron con un rebaño de más de 600 reses. Para agregar al portafolio de hechos las amenazas continuan para los que aún siguen en esas tierras.