Las maquinarias y los extremos en disputa fulminaron a Vargas Lleras
Haber formado parte del Gobierno Santos también influyó - El Colombiano |
Los «barones» electorales de las
regiones no le respondieron a Germán Vargas Lleras. A simple vista esa es la
primera interpretación de su derrota. El 7% de respaldo que mostraban las
encuestas para su aspiración se cumplió. Así fue. El candidato del movimiento
Mejor Vargas Lleras - Cambio Radical logró un millón 407 mil 840 votos en todo
el país.
El más vivo ejemplo es el caribe.
Los poderosos de la costa, los Char, parecen conservar su estatus en la región,
pero fueron negligentes para encumbrar la campaña de Vargas Lleras o
simplemente se unieron con Iván Duque, tal como trascendió semanas antes de la
primera vuelta de las elecciones.
Lo otro, no menos cierto, es el
daño que le hizo Gustavo Petro. Esos cuestionamientos a la política tradicional
y las denuncias de algunos respaldos de personajes cuestionados al
exvicepresidente hicieron que algunos votos migraran hacia la Colombia Humana,
no porque les guste la izquierda radical, sino que por el hastío de los
corruptos quizás creen que ahí está la opción idónea.
Los ejemplos más básicos son los
departamentos de Atlántico y Córdoba. En el primero obtuvo 171 mil 968 votos y
en el segundo 66 mil 728. A nivel seccional se ubicó en el tercer puesto, por
debajo de Petro y Duque. Son números muy bajos comparados con la elección de
Senado. Los procesos son distintos, pero sirven para analizar. En Atlántico
Cambio Radical lideró los apoyos con 296 mil 148 votos y en Córdoba los
sufragios por esta tolda política fueron 89 mil 867.
Ahora bien, Colombia no es sólo
el Caribe, aunque la «maquinaria» le falló en todo el país. Hay otros factores.
No sólo la falla de maquinaria, la aparente «traición» de algunos líderes
departamentales, el experimento por una alternativa «distinta» de algunos
votantes que no quieren creer en lo malévolo de la izquierda o la falta de
carisma de Vargas Lleras, sellaron su pérdida.
También, el costo de la
impopularidad del Presidente Juan Manuel Santos lo alcanzó. Intentó desligarse
del Gobierno, exaltaba obras como acciones suyas o sólo de su entorno de
gestión, aun así el electorado lo identifica plenamente como el vicepresidente
que fue del santismo durante dos años, siete meses y 14 días. Y es que -sin
juzgar al mandato santista- haber impulsado y logrado un Acuerdo de Paz con las
Farc les costó la buena imagen al ahora Premio Nobel y ello impactó
directamente a su gabinete, al igual colaboradores en general.
Un elemento que tampoco se debe
ignorar es la supremacía de Álvaro Uribe en la derecha. Germán Vargas Lleras se
erigió como la figura de la centroderecha, pero la polarización es tenaz. Ante
el miedo porque se instale el populismo anacrónico que representa el
radicalismo de Petro muchos prefirieron apostar -de una vez- por todo lo
contrario al socialismo. Puedo sugerir que algunos sin mayores cuestionamientos
a su figura prefirieron no arriesgarse. Seguramente fue un pensamiento
cotidiano: el ejemplo y REALIDAD de lo que vive el vecino es dramáticamente contundente
como para experimentos.
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