Amenazas y deficiente alimentación en albergues: "Por protestar van a salir más casos positivos"
Miguel Cardoza Cadenas
Se han registrado protestas en el llamado Punto de Atención Social Integral (Pasi) Dr. José Gregorio Hernández de San Antonio del Táchira. Pese a las restricciones, para elevar la voz de protesta los confinados quemaron basura y lanzaron arengas pidiendo ayuda.
Una de las personas que conoce en detalle lo que pasa en el lugar denuncia la situación precaria que se vive, en medio de humillaciones y amenazas.
"Nosotros fuimos un grupo que pasamos por el puente el lunes 8 de junio, nos ubicaron en el Pasi Víctor Manuel Olivares de Ureña, luego de una espera de 21 días. En varias oportunidades nos negaron el agua, nos negaron la cena porque preguntábamos cuándo era el día de irnos. Un día salimos a protestar, a pedir que nos dieran los resultados, un guardia llegó y nos dijo: ahora por estar de necios van a salir más personas positivas. Llegó el lunes 29 de junio y llevaron los resultados de las pruebas con 62 personas presuntamente positivas y separaron muchas familias. Esa fue la sorpresa que cuando ellos llegaron a buscar a los positivos habían niños de 2 años, de 8, de 10 y núcleos familiares donde los hijos estaban enfermos y los padres no".
Este relato es similar a lo que se denunció las primeras semanas en los refugios de Guasdualito, al parecer los resultados dependen de los reclamos de las personas encerradas, porque si supuestamente dan resultados positivo permanecen más tiempo aislados y separan hasta niños de sus madres.
"Después de separar a todas esas familias a ellos los llevan al Pasi Dr. José Gregorio Hernández, el día lunes 29 de junio en la noche. Luego de eso nos trasladan a los demás a nuestros estados, los que ellos dijeron que estábamos negativos, y los que se quedaron comenzaron un supuesto tratamiento de 5 días, les darían dos días de descanso y después les hacían las pruebas. Entonces les dieron el tratamiento pero no les daban comida, a veces llegaban arepas sin relleno y arroz puro, incluso a veces eran las 8 de la noche y no habían cenado", reclama con indignación la fuente que suministra la información con todos los detalles.
Para más humillación les cortaban el suministro de agua, les interrumpían el servicio de energía y no les prestaban atención médica seria como correspondía si supuestamente estaban contagiados.
"La doctora encargada sólo veía a las personas como un negocio y se aprovechaba para cobrarles comisiones por comprarles pan o cualquier cosa para los que tenían oportunidad de poder mandar a comprar algo y sustituir la mala alimentación. Los problemas comenzaron cuando les dieron arepas y traían gusanos, estaban ya viejas", comenta la fuente quien tiene varios compañeros que permanecen encerrados en San Antonio.
Otro de los motivos de la manifestación es que pasaron los días y nunca les hacían las nuevas pruebas. "Están en el abandono, sin supervisión médica, nada, como animales (...) Entre amenaza tras amenaza llega una luz de esperanza cuando les dicen que recojan sus maletas que se van para el terminal el día jueves 16 de julio, pero ya caída la noche llega la coronela y dice que los que salieron con resultado negativo fueron solo 10 personas de las cuales 6 eran acompañantes que habían llegado sanos y sólo iban a salir 4 personas del refugio", cuenta con indignación.
Ante la respuesta los aislados expresaron su reclamo y como respuesta los amenazaron con dejarlos 15 días más bajo el mismo tratamiento por la protesta con incendios de desechos.
"Están bajo amenaza. Uno de los guardias le dice cosas morbosas a las mujeres", denuncia el informante.
Sumado a todo el calvario, han convulsionado tres personas en el lugar sin que tuvieran afectación previa o patología alguna, una de las hipótesis al dudar de los resultados, es que podría ser por el tratamiento. Las dudas surgen desde la amenaza del militar que les advirtió que por protestar saldrían más casos positivos.
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